despertarte ya sumido en la adultez
consciente de que lo mágico a menudo decepciona
y que lo trágico también enamora
percibir que el tiempo se aleja
ese ya no dejarse llevar por la pasión
y lamentar lo inacabado
los errores esculpidos en mármol,
mirar el mundo, la vida
con esos ojos cansados
ya enterrados en la adultez
conscientes del otoño de la vida.
Son tres estrofas que, junto a tu poema «Nostalgia», entroncan con el valor de la evocación. Cercano a la sensibilidad que cultiva William Wordsworth en su «Oda a la Inmortalidad»
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Muchas gracias David, y preciosa la “Oda a la Inmortalidad” de Wordsworth.
Un saludo.
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